Cuando llegó a Urgencias horas más tarde, los médicos le informaron que las heridas que habían sufrido sus piernas eran tan graves que sus días de temerario habían llegado a su fin. Octavio se resistió a aceptarlo y pidió ayuda a una vieja amiga, Ajay Che, a quien le que rogó hasta que accedió a falsificar una orden para reemplazar sus piernas por unas biónicas. Viendo que ahora podía reparar sus miembros en un instante, Octavio decidió que las simples acrobacias en línea no eran suficientes: el acelere de adrenalina definitivo, Juegos Apex, lo estaban esperando. Desde entonces, a pesar de descubrir que el hombre que creía que era su padre es en realidad su abuelo y el nuevo líder del Sindicato y los juegos, se esfuerza para convertirse en un Campeón de Apex capaz de ejecutar los movimientos más increíbles y temerarios jamás vistos. Quizás en la arena, deje de aburrirse tanto.